En estos días se celebra la V edición de la Feria de Arte Contemporáneo, organizada por la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Arévalo (la cual este año celebra su centenario). En ella continúa habiendo una fuerte presencia de artistas jóvenes y de la comunidad castellano-leonesa, aunque sin renunciar a la presencia de figuras más consolidadas y/o procedentes de otros países.
Esta muestra comenzó siendo una feria de artistas, hasta que, en la pasada edición, empezó a colaborar la Galería Catarsis de Madrid, que repite este año, a la que se suma la Sala S. Morillo, también de Madrid.
Entrando en la nómina de artistas, comenzamos hablando de los que presentan pintura, como Santiago Arribas, con una vista de la zona del canal de Isabel II de Madrid reducida casi a formas geométricas puras, en blanco y negro y con sutiles texturas conseguidas con polvo de piedra. Igualmente la obra de Irene Palud destaca por sus conseguidas tramas terrosas que enriquecen las tenebrosas vistas de fondos marinos.
Continuando con los artistas que trabajan a fondo las texturas tenemos a Rebeca T. Gómez, aunque en este caso con colores más vivos y llamativos. Sus obras se basan en diseños geométricos extraídos de azulejos árabes, aunque con un carácter más orgánico. Dentro de la geometría orgánica también podemos encuadrar la obra del arquitecto portugués Armando Alves Martins, el artista más veterano de la feria.
Adentrándonos en terrenos más expresionistas y gestuales encontramos a Pedro S. Morillo, que, aunque partiendo de una base figurativa, consigue un resultado que podemos catalogar como informalista, ya que las referencias al mundo real se han ido perdiendo según avanza la obra.
La obra de José Mª Corredera es el resultado de su investigación sobre las reacciones que se producen al mezclar diferentes técnicas y disolventes, sin dejarse encorsetar por lo que digan los manuales técnicos.
Rubén García Pérez practica un expresionismo figurativo quizá comparable con las pinturas de la serie "Mujeres" que realizó Willem de Kooning, aunque con notables diferencias, en su caso las mujeres aparecen en grupos de tres, y tanto su pincelada como el colorido es más sosegado.
Dentro de la figuración también se encuentra la obra de Alfonso Martín González, dibujos a rotulador de formas pop y vibrante cromatismo, que en su proceso creativo rememora a los pintores impresionistas que abandonaron el estudio para salir a pintar al exterior. También ligeramente pop es la obra de Maite Díaz Niebla, un original retrato de un joven, elaborado únicamente a partir de letras y signos tipográficos.
En la frontera entre la pintura y la fotografía está la obra del joven artista Fernando Martín Manjón, de la que podemos decir que es literalmente fotopictórica, ya que parte de una imagen fotográfica de un árbol que posteriormente interviene con pintura.
Miguel Angel Salido es un prometedor fotógrafo que trabaja tanto el color como el blanco y negro, además de virados al sepia, azulados, verdosos y violetas, consiguiendo un resultado bastante pictórico. Gran parte de su obra está dedicada a captar el paisaje. Rosaura Serrano, que, junto con éste y el ya mencionado S. Morillo, representa a la sala del mismo nombre, se vale de la manipulacíon digital de la fotografía para conseguir unas imágenes totalmente distorsionadas, con bordes quebrados y angulosos.
Clara I. Arribas Cerezo también utiliza esta técnica y, aunque parece que sus imágenes están igualmente manipuladas, sus obras reflejan pedazos del la realidad más contemporánea del mundo cibernético.
El coruñés Jorge Couceiro presenta una obra de su serie Sombras, en ella el artista está especialmente interesado en la mutabilidad del sombreado de los cuerpos que provoca el más mínimo cambio lumínico.
La obra de Michiko Totoki es el resultado fotográfico de pequeñas instalaciones o escenografías, consiguiendo unas instantáneas que bien podría decirse provienen de un paisaje de ciencia-ficción. Esta artista junto con Tanacue y Nishio Shihoko participan en la feria de la mano de la galería Catarsis. Estos dos últimos artistas presentan obra en vídeo. El primero muestra una colección de formas orgánicas y colores brillantes, Colorhythm, que parecen danzar al "ritmo" de Chopin. Shihoko, en cambio, reproduce imágenes cotidianas de su cultura, ofreciendo un relato con un aspecto menos elaborado que el anterior y no siempre sujeto a las leyes narrativas tradicionales.
Siguiendo con la técnica audiovisual Maite Santamaría en Itinerarios "hace una alegoría al tiempo". De Santamaría podemos ver también tres piezas tridimensionales de la serie Atmósfera protectora, fotografías de arquitecturas sobre pequeñas maquetas de cartón pluma envasadas al vacío, para hacer hincapié en la idea de que lo envasado está protegido por un material que es capaz de destruir el exterior.
Otro artista a medio camino entre la fotografía y la escultura es Juan Gil Segovia, del que podemos ver dos fotografía sobre madera, realizadas mediante un proceso totalmente analógico. Estas imágenes tienen un carácter escultórico ya que van montadas en el interior de una maleta. Gil Segovia comenzó a interesarse por esta técnica cuando asistía a las clases del siguiente nombre que nos ocupa, el artista José Luis Pajares, cuya temática se centra casi exclusivamente en la figura humana, con imágenes, por lo general, de origen fotográfico que traspasa a múltiples soportes. Entre otros premios ha recibido el de la VIII Bienal internacional de El Cairo y el premio del jurado en la XIX Bienal de Alejandría.
Cristóbal Hernández Barbero es otro artista que trabaja con metal, en concreto plomo. Sus piezas son relieves en los que se pueden ver pequeñas huellas y marcas como registros de hechos pasados.
Entrando de lleno en los artistas dedicados a la escultura nos encontramos en primer lugar con Joaquín Manzano, un creador vinculado a esta feria desde sus inicios y gran trabajador de diversos materiales escultóricos como el hierro y la madera, con los que representa figuras humanas de carácter esquemático.
La obra de Ignacio López Díaz llamada Coyuca hace referencia a los cayucos, embarcaciones construidas de forma casera vaciando el tronco de un árbol. Su obra "pretende reflexionar sobre la materia madre, el árbol, enjaulado y atacado por el hierro que representa a la población".
Carlos Molyneaux trabaja en sus esculturas con materiales generalmente de carácter orgánico, recogidas de la naturaleza como madera, piedra, huesos, semillas, etc. Sus composiciones representan animales que bien podría haber sido realizado por alguna tribu indígena de las profundidades de América.
Las esculturas de Ignacio Soriano Carramiñana también son de un material utilizado por los anteriores artistas, la madera, pero con un resultado radicalmente diferente. En ellas el artista investiga las posibilidades expresivas de una figura rígida, como es el cubo, y trata de darle movilidad mediante la manipulación de una de sus caras.
Muchas de las disciplinas artísticas anteriores están incluidas en la obra de Víctor Ausín Sainz, una instalación creada específicamente para esta feria en la que confluyen pintura, fotografía y escultura con un fuerte trasfondo crítico. Además la instalación cuenta con figuras humanas a tamaño real entre las cuales el visitante puede pasear y sentirse identificado.
Aunque la Feria podrá disfrutarse desde el 30 de Abril, el día 1 de Mayo se realizará un acto inaugural a las 18:00 horas en el cual intervendrán Clara Isabel Arribas como comisaria de la misma, Juan Carlos López, Presidente de La Alhóndiga de Arévalo, Asociación de Cultura y Patrimonio, y Javier Jiménez, Presidente de ASADHOS, Asociación Arevalense de Hostelería, la cual, a continuación, ofrecerá un vino español.
Clara I. Arribas Cerezo
Juan Antonio Gil Segovia
Comisarios de la Feria
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